viernes, 29 de junio de 2012

Un deseo magnífico

  En un pueblo chico rodeado de montañas, con un gran lago y un extenso bosque, vivía una mujer muy vieja que siempre llevaba en su cabeza una jarra de miel. Ella quería cambiar la miel por huevos y estos por gallinas y así ir comprando y vendiendo hasta tener más ganancias.

  Cuando estaba caminando sobre la montaña tropezó y cayó cerca de la orilla del lago con la jarra. Se levantó y cuando iba a recoger la jarra encontró un duende  atrapado en una trampa para animales y lo ayudó a liberarse.

  Entonces el duende le concedió un deseo. Ella le pidió que convirtiera la miel en oro para no trabajar más porque estaba cansada. El duende tocó el agua que empezó a brillar, entonces le pidió que sumergiera la jarra de miel en el agua para obtener oro. Ella lo hizo y cuando la sacó del agua vio que estaba llena monedas de oro. Entonces la anciana contenta lo abrazó y le dio un beso en la cabeza.