domingo, 21 de abril de 2013

La gran mentira de Vera


   Cuando la tía le preguntó a Vera, qué es lo que habían charlado por teléfono con el tío, Vera le dijo que el tío le había contado que fue de excursión a la selva con un grupo de amigos, para buscar algunas especies de plantas exóticas que solo se podían encontrar en lo más profundo de la selva. Estaban equipados con armas por los peligros que había y llevaban unas grandes carpas para acampar en la oscura selva.

   En la primera noche estuvieron cantando sentados uno al lado del otro sobre un tronco de árbol caído por las duras tormentas, comieron y tomaron  mucha cerveza. Antes de ir a dormir apareció un tigre y unos de los amigos del tío lo mató y otros dos amigos se quedaron haciendo guarda toda la noche.

—Por suerte, a mi hermano no le pasó nada—dijo la tía mientras abría sus ojos.

   Vera continuó su relato diciendo que a la mañana siguiente se levantaron y  caminaron hacia un río cercano cuando llegaron, se metieron al agua y nadaron mucho tiempo hasta que un cocodrilo atacó a uno de sus amigos. Su tío salió  rápidamente del agua, tomó un arma y salvó a su amigo de morir triturado. La tía ya no decía más nada, pero abría cada vez más los ojos y temblaba del susto.

   Después de descansar y recuperarse del feo momento que habían pasado ante los gigantes cocodrilos, decidieron seguir su camino.

   Después de mucho andar, vieron una mano ensangrentada saliendo de la maleza y, del susto corrieron espantados hasta la aldea más cercana.

   Vera decidió no seguir con su relato porque su tía salió corriendo de la habitación para contarle lo que  había pasado a su esposo, aterrada por el mal momento que había vivido su hermano.