24 de abril de 2014
Una actriz sin ropa
En el día de
ayer la famosa actriz Azul Ada se
quedó desnuda delante de las cámaras y de sus admiradores. ¿Qué pasó?
Ayer a la noche, la famosa actriz Azul Ada
quedó completamente desnuda cuando bajó de la limosina que la condujo a la
fiesta de premiación de los premios
“Gaucho”.
Cuando logró tocar el suelo con sus altos
tacos quedó sin su ropa. Muchos se preguntaron por qué se la sacaría, tal vez
para atraer más miradas y llamar la atención de todos los presentes. Después de
que se le cayera el vestido y quedara semidesnuda, todos los camarógrafos
le sacaron fotos a ese cuerpo tan trabajado.
Según algunos testimonios, cuando estaba
bajando de la limosina se le enganchó el vestido en la puerta del auto y así
quedo sin ropa en medio de una calle muy concurrida de Buenos Aires.
Según los presentes la actriz después de
posar para las fotos se cubrió con un saco que le prestaron, salió corriendo
detrás de la limosina que había arrancado, moviendo sus brazos de tal forma que
parecía que iba a levantar vuelo, para que el conductor parase. Trató de
destrabar el vestido que se había atorado en la puerta con tan mala suerte que
cuando consiguió sacarlo, cayó al
pavimento y vio que estaba roto. Entró en la limosina y se puso el vestido .Cuando
volvió a bajar del auto, el vestido ya no era el mismo ya que pasó de tener
pollera larga a una mini.
Al
hablar de lo que le había pasado y según
sus propias palabras la actriz dijo que
una vez que bajó del auto se le había quedado atrapado el vestido en la puerta
como si un cocodrilo la hubiese mordido y que así era como se lo veía, por eso
lo tuvo que modificar ya que no tenía tiempo para volver a su casa y no quería
dejar de ir a la fiesta.
Cuando entró con el vestido cortado todos los camarógrafos le estaban
sacando fotos y algunos televidentes la grababan, pero ella parecía tranquila a
pesar del feo momento que había pasado.
Entonces la llamaron para que recibiera el
premio a la mejor actriz y al escuchar su nombre se paró, fue caminado
lentamente como una modelo sin importarle su vestido. Tomó su premio y agradeció a la gente que la apoyaba
todos los días y también a sus amigas, amigos y a su productor. Y le pidió
disculpas a su modisto por la” pequeña modificación” que le había tenido que
hacer a su vestido. Bajó del escenario pensando que el accidente le había traído
suerte.
Todos comentaron que el vestido había
quedado mejor así recortado que largo.
La
suerte, después de todo, la ayudó un poco.