sábado, 18 de junio de 2016

Profundización del modelo neoliberal e impacto territorial

   En nuestro país, los principales cambios económicos estuvieron relaciona­dos con las políticas neoliberales de privatización, reforma del Estado, aper­tura externa, integración regional, que caracterizaron la inserción de la Argentina en la dinámica de la globalización.

   Estas políticas, iniciadas entre 1975 y 1976, fuertemente impulsadas desde 1989 y profundizadas en 1991 con el denominado Plan de convertibilidad, han conformado una etapa en la historia del país marcada por un régimen económico cuyo eje ha estado en el sector financiero, el endeudamiento y la transferencia de recursos al exterior.

   Durante las presidencias de Carlos Saúl Menem (1989-1999), se realizó un drástico proceso de reformas de mercado, que transformó "de raíz" la estruc­tura económica y social del país. Estas reformas estructurales de orientación neoliberal contrastaban con las tradicionales políticas económicas asociadas al peronismo, que se había caracterizado por la presencia de un Estado fuer­temente intervencionista.

   El "menemismo" no dudó en privatizar gran parte de las empresas estata­les, flexibilizar la economía, liberalizar el mercado interno, desplegar una apertura financiera al capital transnacional y desarrollar una política de reducción del gasto del Estado, principalmente en lo que respecta a la política social.

   Las medidas aplicadas al sector social impactaron en las obras sociales, el sistema de previsión social y el régimen de trabajo con   las  reformas  de flexibilización   laboral, entre las más significativas.

   Las privatizaciones le permitieron al Estado trasladar el control y el poder de los sectores de energía, comunicaciones y transportes a un nuevo grupo económico dominante. La compra de las empresas públicas se realizó a precio de remate y los beneficios obtenidos fueron enormes.

   Para los acreedores externos, las empresas públicas eran la mejor opción para hacer efectiva una parte del capital adeudado, a través de la capitalización de la deuda, para obtener nuevas áreas de inversión que, hasta ese momento, estaban en poder del Estado y para multiplicar sus ganancias.
La década de 1990 dieron origen a dos procesos interrelacionados: la modernización-integración selectiva de ciertos actores sociales, actividades, áreas y redes, y el deterioro-marginación-exclusión de otros:

·            La modernización-integración: las inversiones en minería y combusti­bles, la producción agropecuaria exportadora, las empresas industriales trans­nacionales y de servicios, el comercio e infraestructura del sector inmobiliario y el turismo destinado a los sectores de ingresos más elevados fueron algunos de los ejemplos de los denominados territorios selectivos, cuyos capitales eran de origen extranjero. Estos generaron segmentos del territorio que se moder­nizaron según los patrones económico-territoriales del momento. Un claro ejemplo lo constituyeron los ramales privatizados del ferrocarril de carga en la región pampeana que permitió la articulación de las zonas "sojeras" con los puertos de aguas profundas para la rápida salida de la producción al exterior.

·            El deterioro-marginación-exclusión: los segmentos territoriales en los que se evidenciaron estas características fueron "la otra cara" de los impactos de las políticas de la década de 1990. Por ejemplo, algunas áreas en las que se asentaban empresas estatales u orientadas al mercado interno que se vie­ron fuertemente perjudicadas por el cierre de los ramales ferroviarios, la frag­mentación del servicio mediante concesiones y el establecimiento del sistema de peajes en las principales rutas.

   En esa época se creó una grieta que hasta el día de hoy es significativa. En esos años se pusieron de moda los barrios privados y al mismo tiempo que estos barrios crecían, también creían las villas miseria. Actualmente se puede ver que al lado de una villa hay un barrio privado, y esto hace ver que hay una gran desigualdad.

   No es lo mismo la vida de un adolescente en un barrio privado que en una villa miseria. Ya que la vida de un adolescente en un barrio privado es más segura porque no tiene que lidiar con la inseguridad y otros factores que tienen otros sectores. Además estas personas viven en casas grandes con jardines y en el mismo barrio privado hacen actividades como gimnasio, tenis, natación, etc. Por otro lado está el adolescente que vive en una villa miseria este es discriminado por vivir en donde vive. Estos adolescentes crecen en un ámbito más humilde y están muy expuestos a la delincuencia, drogas, robos, etc. Además estos adolescentes viven en un lugar muy chico con varias personas y en pésimas condiciones. Estos chicos son de jugar con un par de amigos en la calle y si pueden van a algún club barrial para hacer alguna actividad más específica. En la parte de educación los adolescentes que viven en la villa miseria van a escuelas públicas que no tienen mucho nivel educativo mientras que los adolescentes que viven en barrios cerrados van a escuelas privadas teniendo un nivel de educación muy buenos.

2 comentarios:

  1. Bien, Maximiliano. Aunque tendrías que ampliar un poco más las historias de vida.
    Saludos!

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